Por Jacqueline Güílamo
Como sabemos, un Titán era, de acuerdo a la mitología de la antigua Grecia, un dios que gobernó en la Edad de Oro, y solo eran doce. Hoy un titán es quien posee unas características excepcionales, que logra sus objetivos trazados y por ello es su grandeza en cada acción que realiza.
Por esta razón les decimos al congresista Adriano Espaillat, «TITAN», su característica es ser un político a carta cabal, quien piensa en el momento y lo que puede suceder en el futuro, hasta convertirlo en una historia que será contada generaciones tras generaciones.
Hemos trabajado durante años al lado de Espaillat, conocemos su manera de hacer la política (muchos les decían que estaba errado), pero decimos que él sabe por dónde camina y cómo lo hace. La política es pensar en frío, es trazar los objetivos con dicción y gallardía, es ser visionario y comprender a los ciudadanos que nos rodean. Estos pasos son claves para llevar acabo un proceso a largo y corto plazo, con resultados titánicos.
Nuestro congresista, quien hoy ocupa un importante lugar en el Congreso de los Estados Unidos, donde se toman las grandes decisiones de esta nación, habló claro de lo que puede pasar en el Congreso y los grandes retos que tiene para la comunidad que representa, él sabe lo difícil que es iniciar una nueva posición, familiarizarse, aprender los malabares y un estamento que no es nada fácil y más aún cuando su partido es minoría y el gobierno es oposición.
Pero tenemos la fe y confianza de que este titán de la política y la estrategia, sabrá jugar su rol, es un veterano de grandes batallas, ha sabido sobrevivir aun con disparos que no lo hacen sangrar, pero si lo hacen más fuerte y con mas agallas, como los titanes que retiran todo obstáculo para llegar a donde quieren llegar.
La primera vez que el congresista Espaillat tomó la decisión de optar por esta posición, aun sabiendo que una persona como Rangel quería continuar en dicha posición, Adriano lo enfrentó con mucha altura y respeto a la figura del ex-congresista, nunca escuchamos nada negativo que no fuera en el marco de lo político. En su segunda postulación a la nominación Espaillat saco una gran cantidad de votos, aun con oposición dentro y fuera de su partido, y más entre aquellos que no entendían el mensaje y el significado de que un latino emigrante podía ocupar tan alta posición. Pero con la salida del viejo Rangel, como les llaman muchos de sus amigos, Adriano tenía la gran oportunidad de lograr titánicamente la posición que hoy ostenta.
Una gran fuerza de alianzas de partidos políticos y grupos de apoyo de la sociedad civil, y sumándole sectores que antes daban su apoyo a Rangel, entonces entendieron que era la hora de Espaillat que vamos!! Eslogan de campaña que hoy se convirtió en «Es aquí que estamos!». El titán logro su objetivo, y él sabe que dos años es como el colegio universitario de la UASD, su carrera comenzará cuando siga escalando de dos años en dos años, así podremos seguir avanzando, podremos seguir cumpliendo los compromisos que se han establecido para ayudar más a nuestra gente de la comunidad. Debemos ser vigilantes y mantener esta posición, la cual es histórica para la diáspora dominicana.
Con este titán se abren las puertas para que sigamos adelante, sin ataduras, sin entuertos y sobre todo luchar para que nuestras diferentes diásporas puedan encontrar un mejor camino en este país que nos acoge; y nos da la oportunidad de llegar a los lugares a los que otros no han podido llegar. Un titán que debe seguir luchando por los mejores intereses de su comunidad, seguir luchando por el empoderamiento de los suyos, así podrá seguir manteniendo su posición en el Congreso el TITAN ADRIANO ESPAILLAT.